
Locura inexplicable, la que se vivió en Lisboa este martes. Un Barça frágil en defensa cometió un sinfín de fallos y llegó a ir perdiendo 4-2 frente al Benfica a falta de 12 minutos. Pero los azulgranas no se rindieron nunca y terminaron imponinéndose en el último suspiro del tiempo añadido con un poco de Raphinha que clasifica a los de Flick para los octavos de final de la Champions.